Saturday, October 20, 2007

Simulador de esperanza de vida

No sé si reír o llorar al ver un artículo que publica El País sobre una patronal de seguro. Unespa ha tenido la brillante idea de crear un test para calcular cuanto tiempo nos queda de vida. Parece que los horóscopos han pasado de moda y ahora para conocer nuestro futuro debemos someternos a una compañía de seguros. Porque los riesgos crecen en esta sociedad que va rápido, que hace que el individuo se pierda entre tanto cambio y necesite apoyarse en algo que le garantice su seguridad. Pero en realidad, ¿le deja eso disfrutar más de la vida y mejor? No.

Volviendo al test, la verdad es que no tiene desperdicio. Para saber cuanto tiempo nos queda de vida, además de dar datos obvios como el consumo de tabaco o alcohol (todos los que estéis de Erasmus no os asustéis porque el consumo de alcohol os reduzca la esperanza de vida, hay que pensar que esto de beber entre semana es algo transitorio...), el test también nos pregunta cuántas relaciones sexuales mantenemos habitualmente, si respetamos las señales de tráfico o si sufrimos estrés.

Para hacer la gracia y concienciar de que los malos hábitos nos pueden pasar factura, me parece buena idea. Ahora bien, si la intención de este test es hacer creer que podemos controlar nuestra vida (uno de los grandes propósitos de las aseguradoras), es una fantasía que camufla una gran estupidez. Siempre hay una parte de nuestra vida que no está en nuestras manos, que está sometida al azar o para muchos al destino. Una parte que nos hace estar en un estado de incertidumbre. Y justamente ese factor sorpresa es uno de los grandes alicientes de la vida, con el que tenemos que aprender a disfrutar de cada momento...

Tuesday, October 16, 2007

Oktoberfest

Viernes 5 de octubre - Domingo 7 de octubre

Salida una mañana de sol, dejamos atrás Maastricht, Holanda, entramos en carreteras alemanas. Carreteras sin límite de velocidad y en las que en cambio no rige la ley de la jungla de un Madrid caótico. Coche mixto, asiento de en medio, música, gasolinera. München. Estadio Aliantz Arena, que hoy está azul. No nos ubicamos pero aparcamos el coche, Josephsburg. Bar típico, jarras de cerveza de un litro, yo nunca nunca, confesiones, vídeos, baile, cena inesperada... El mundo es pequeño... No te arrepientas nunca de algo que has hecho... Desconexión total.

Dormir dos horas, dolor de espalda. Una tropa de chicas se mete en el baño doméstico de una panadera que con mirada inocente nos cede un espacio de su intimidad. Oktoberfest, ¿cómo son capaces de llevar 11 litros de cerveza a la vez? La fiesta popular más grande del mundo. Según la oficina de turismo, cada año más de 6 millones de personas consumen más de 6 litros de cerveza y 191.000 pares de salchichas...Mesa al sol, al aire libre, 9 de la mañana, cerveza y más cerveza. Gutte pott, parada, otro trago, atracciones, tortellini. Concierto inesperado en Marienplatz, un ex-hippie sesentero que deleita con discursos revolucionarios, que pretende tocar el corazón de una juventud conformista que escucha. Pink Floyd, Bob Marley, Eagles… Otra noche en el coche. Otra mañana de sol. Paseo por Munich, un domingo precioso, calles anchas que evocan la marcha de una armada fascista de los 40 en contraste con un aire democrático y libre... Iglesia jesuita de Michaelskirche, afectada por la segunda Guerra Mundial pero cuidadosamente reconstruida... La barroca Theatinerkirche. Paseo por parques, el reloj que baila con las campanadas, vuelta al metro... Una experiencia, intensa, corta... ¡increíble!

Saturday, October 13, 2007

Porque él también te escucha

Incomunicación. Cruce de palabras sin sentido, frases paralelas, palabras que hacen daño, destrucción de recuerdos compartidos. Imagen, lugares comunes, sueños... Pensaste que nunca iba a cambiar nada, pero el curso del tiempo ha hecho por sí solo que cada lugar tenga su gente. Cada día está lleno de sorpresas y nunca sabes qué te depara un nuevo amanecer. Sólo puedes interiorizar cierta rutina, como si eso te dejara controlar tu vida, como si eso te hiciera saber lo que te va a pasar hoy. Un acto insignificante cambia las cosas, cambia a las personas, tu visión del mundo, su visión. Pero no hay que dejar de actuar, porque nunca se equivoca el que está actuando.

No es malo recordar, pero no es bueno quedarse obsesionado por el recuerdo. Hay que mirar más allá, hay que ver la luz de pasado mañana, desear que salga el sol y luchar porque no se esconda. Apreciar a las estrellas, saber mirarlas, comprenderlas, tender la mano al cielo y escucharle. Porque él también te escucha.